No hay duda de que los perros son los amigos más fieles del hombre, y para demostrarlo solo hay que observar la multitud de beneficios que aporta la terapia asistida con estos animales. Recientemente, se ha incorporado para facilitar la recuperación de las personas mayores que esperan recibir el alta médica tras su hospitalización o ingreso en la UCI.
En esta terapia, los perros suponen una gran compañía para los llamados pacientes frágiles que se encuentran en proceso de recuperarse, al mismo tiempo que participan con ellos en los ejercicios de rehabilitación, fisioterapia y logopedia.
Montse Cantero, responsable de la Unidad Integral Multidisciplinar para el Abordaje de la Fragilidad del Hospital Universitari Sagrat Cor, nos señala que «nuestro trabajo está orientado a que los pacientes vuelvan a casa con la autonomía que tenían antes de ingresar. La fragilidad que han adquirido al haber estado hospitalizados y la afectación psicológica derivada del aislamiento y la incertidumbre que han vivido les deja vulnerables».
Te contamos cómo participa el perro en la sesión y cómo influye de forma positiva en los ancianos.
Qué se entiende por Paciente Frágil
Son personas de avanzada edad que pueden ver deteriorada su autonomía a causa de la hospitalización o ingreso en la UCI. En más detalle, la doctora Ana Lozano, jefa médica de la Unidad de Fragilidad del mismo centro hospitalario, matiza que «estos pacientes presentan problemas pulmonares, falta de aire al caminar o dificultad para respirar profundamente; deficiencias musculoesqueléticas, como dolor de espalda y debilidad en las extremidades, debido a la posición corporal durante la hospitalización, y mínimos síntomas cognitivos para poder participar y colaborar, entre otros».
Es importante abordar de forma específica cada uno de los problemas que pueden aparecer en los ancianos durante su estancia hospitalaria. Entre las secuelas más habituales, y la forma de prevenirlas, se encuentran:
- Inactividad física o sedentarismo. Se combate poniendo el foco en que el paciente empiece a moverse cuanto antes.
- Polimedicación. Es habitual que los ancianos reciban diferentes fármacos para tratar diferentes patologías, pero, en ocasiones, se producen equivocaciones, abusos y desajustes. Esto se puede solucionar con la revisión de todos los fármacos que está tomando el paciente para posteriormente indicar la prescripción adecuada.
- Desnutrición. Se puede resolver mediante la adaptación de la dieta, intentando cubrir todos los nutrientes necesarios.
- Síndrome confusional. Se trata de manejar el delirium del anciano para que se sienta seguro y confortable.
- Incontinencia urinaria. Es importante que el paciente conserve la continencia de la orina.
En definitiva, como remarca Montse Cantero, «lo fundamental es que el paciente que ingrese continente al alta lo siga siendo, y el paciente que ingrese con movilidad salga del hospital con la misma que entró».
Terapia asistida con perros en pacientes frágiles
Esta terapia ayuda a que el proceso de recuperación sea más divertido, agradable y motivador gracias a la participación de los perros durante la rehabilitación, la logopedia y la fisioterapia. Al respecto, David Pérez Cruz, responsable de fisioterapia de la misma Unidad de Fragilidad, remarca «la importancia del trabajo del fisioterapeuta para que el paciente gane autonomía en marcha y desplazamiento, así como para evitar el riesgo de caída y recuperar la fuerza en las piernas».
Así, con la ayuda de estos fieles compañeros se fomenta la movilidad, la estabilidad, la fuerza y la disminución de las caídas a través de ejercicios amenos y lúdicos supervisados por los especialistas. Por ejemplo, uno de estos ejercicios consiste en ponerse de pie y dejar que el perro pase entre las piernas, permitiendo fortalecerlas y ser conscientes del cuerpo. Además, el simple hecho de que estos simpáticos animales estén presentes durante las sesiones logra una mayor motivación en los pacientes.
No hay que olvidar que los perros también proporcionan una compañía muy agradable, lo que contribuye a trabajar las emociones de los pacientes durante el proceso de recuperación. De hecho, se logra crear un entorno seguro y confortable en el que trabajar la parte emocional al mismo tiempo que la física.
Beneficios de la perroterapia
Aunque son muchas las ventajas observadas, se destaca su influencia positiva en los siguientes aspectos:
- Fisiológico. Se logra la relajación de la presión arterial, e incluso su disminución.
- Motriz. Se consigue mejorar la motricidad, así como la movilidad y la coordinación.
- Cognitivo. Se fomenta la concentración, la atención y el aprendizaje.
- Emocional. Se favorece la comunicación y la autoestima, y se disminuye la ansiedad.
- Social. Se mejoran las relaciones favoreciendo la comunicación, el trabajo en equipo y la escucha de otros.