Te explicamos cómo se manifiesta esta enfermedad neurológica y cuáles son los factores que pueden causarla
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que suele comenzar a manifestarse con pérdida de visión en un ojo, pero, poco a poco, va deteriorando otras funciones físicas y mentales. En ocasiones, su detección precoz puede resultar compleja, ya que se manifiesta a través de brotes esporádicos que presentan una gran variedad de síntomas.
Afortunadamente, hoy existen tratamientos médicos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, estos tratamientos pueden ocasionar un debilitamiento del sistema inmunitario, haciéndolos más vulnerables frente a una posible infección por determinados tipos de virus como el coronavirus SARS-CoV-2.
Te contamos las características de esta enfermedad, qué causas pueden influir en ella y sus síntomas más comunes.
Esclerosis múltiple: qué es y por qué ocurre
Esta enfermedad neurológica de tipo autoinmune causa una inflamación del tejido del sistema nervioso central en la médula espinal y el cerebro. Esto provoca el deterioro de la mielina, que es una capa que envuelve y protege los nervios, lo que repercute en su funcionamiento. El doctor Antonio Parralo López, jefe de Neurología del Hospital Quirónsalud Huelva , nos explica que «se trata de una disfunción del sistema inmunitario que se agrede a sí mismo, reconociendo como extraño lo propio».
La mayoría de los casos de esclerosis múltiple se localizan entre los 20 y los 45 años y, aunque afecta a hombres y mujeres, existe una mayor incidencia en ellas.
Acerca de las secuelas de esta enfermedad, nuestro doctor apunta que «la mayor complicación que presenta es la discapacidad que, poco a poco, va generando en distintas funciones, que puede llegar a ser visual, afectar a la capacidad motora e incluso a funciones cerebrales como la atención, la memoria o la cognición».
Causas de la esclerosis múltiple, a estudio
Existen varias teorías acerca de los factores que pueden estar relacionados con esta enfermedad, entre los que se encuentran:
- Déficit de vitamina D. Existen varias investigaciones que asocian la esclerosis múltiple con un bajo nivel de vitamina D. Al respecto, nuestro doctor nos señala que «la falta de exposición solar podría ser uno de los factores que explicaría su mayor incidencia en los países nórdicos».
- Tabaquismo y genética. Son otros dos factores que podrían influir en la enfermedad. En cuanto al factor hereditario, no se considera una causa fija para desarrollar la esclerosis múltiple. Además, no existen test genéticos disponibles en la práctica clínica del día a día.
- Intestino permeable. Nuestro doctor nos explica que «otra teoría que está cobrando mucha fuerza es la de la permeabilidad intestinal aumentada o intestino permeable, que permite el paso incontrolado de sustancias a la sangre, como virus, bacterias, toxinas, alimentos no digeridos…». Eso puede hacer que el sistema inmunitario reaccione de manera anormal.
Problemas en la visión, clave para detectar la esclerosis múltiple
‘La enfermedad de las mil caras’ era el término con el que antes se hacía referencia a esta enfermedad, y la razón de ello es que la esclerosis múltiple se manifiesta con una variedad de síntomas en forma de brotes de alta intensidad y corta duración que van dejando secuelas en el paciente.
Algunos de los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple son:
- Dificultad para mover un miembro
- Problemas de coordinación
- Visión doble
- Pérdida de la vista
Los trastornos de la visión pueden ser clave en su diagnóstico. Acerca de esto, nuestro doctor nos indica que «aunque los síntomas son diversos, la forma más habitual de detección es la pérdida de visión en pocas horas de uno de los ojos, lo que se conoce como ‘neuritis óptica’, que no es más que la inflamación del nervio óptico». A consecuencia de esta inflamación, el ojo afectado pierde parte o toda la visión, pero puede llegar a recuperarse completa o parcialmente a partir de las 24 horas.
Además, la esclerosis múltiple se suele manifestar a través de brotes esporádicos en los que tienen lugar uno o varios síntomas muy severos, que se prolongan durante más de 24 horas. Precisamente, son estos brotes los que causan la discapacidad, puesto que dañan funciones distintas en cada ocasión.
Por eso, ante cualquier síntoma o sospecha de esta enfermedad, es recomendable acudir a consulta. El diagnóstico precoz es muy importante para comenzar antes la terapia y, por tanto, disminuir el riesgo de padecer un nuevo brote.
Tratamientos de la esclerosis múltiple
Actualmente, existen varios tratamientos médicos, como inmunomoduladores e inmunosupresores, entre otros, que permiten seguir llevando una vida normal a los pacientes. Igualmente, se encuentra en investigación la utilización de anticuerpos monoclonales. Gracias al avance y la mejora de las terapias, hay un gran número de pacientes que pueden continuar con su vida normal, pese a tener la enfermedad.
En ocasiones, la medicación se puede completar con otro tipo de terapias, como añade nuestro doctor: «En aquellos casos en los que la enfermedad afecte a la capacidad motora, a la motricidad, es fundamental complementar el tratamiento farmacológico con la rehabilitación o terapia ocupacional, en aras de recuperar las funciones perdidas».
Esclerosis múltiple y Covid-19: un mayor riesgo
En el contexto actual de pandemia, es importante hacer hincapié en que las personas con esta enfermedad presentan una mayor vulnerabilidad ante el SARS-CoV-2. Esto se debe a que los tratamientos causan el debilitamiento del sistema inmunológico, convirtiendo a los pacientes en inmunodeprimidos, por lo que tienen menos defensas frente al coronavirus.
A esto hay que añadir que «la discapacidad derivada de la esclerosis múltiple, como la falta de movilidad, lleva asociados factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes, colesterol y sobrepeso, que también les hace vulnerables frente a cualquier tipo de infección y tendrían un peor pronóstico de la enfermedad», concluye nuestro doctor.